Meson la Setena Culla

Meson la setena, Culla

Nos dirigimos al interior del  norte de la provincia de Castellón, al municipio de Culla, situado en la comarca del Alto  Maestrazgo. Culla se encuentra en una zona montañosa, llena de fuertes contrastes de desnivel, barrancos y cuevas que le aportan un gran atractivo natural y paisajístico, culminado por su punto más alto en la cima del castillo que alcanza los 1121 metros de altitud.

 

Hoy comemos en el Mesón la Setena, nombre relacionado con los hechos históricos que tuvieron lugar en 1303 cuando Guillem d’Anglesola vendió Culla y todos sus dominios a la orden del temple. En 1307 la localidad pasó a depender de la orden de Montesa y fue ya en 1345 cuando nació “La Setena de Culla” constituida por Culla, Atzaneta, Vistabella, Benassal, La Torre d’en Besora, Benafigos y Vilar de Canes. Esta agrupación de municipios fue creada para defender con mayor fuerza los intereses en común y perduró hasta mediados del siglo XIX.

Además este establecimiento también tiene su historia ya que abrió sus puertas hace veinticuatro años. Su propietario, José Luis García Traver, nos cuenta cómo sus padres abrieron este pequeño local con mucho esfuerzo y así él ha continuando con el concepto de Mesón o “casa de comidas” dando continuidad al legado que heredó. Y es que preservar la esencia de la cocina casera, de la cocina de la abuela es muy difícil en estos tiempos donde se valoran también muchos otros puntos como la presentación, la vajilla, la decoración, etc. Sin embargo, aquí lo importante es el buen saber hacer, la cocina tradicional sin pretensiones. En esa búsqueda del sabor de las recetas de toda la vida es partícipe la cocinera Rosita Nieves quien lleva en la casa diecinueve años.

Al entrar nos encontramos con un pequeño comedor en forma cuadrada, de diseño tradicional, la madera del mobiliario se mezcla con paredes de piedra y ornamentos antiguos, dándole el punto rústico al establecimiento. Entre semana ofrecen menú diario y los fines de semana ofertan un menú-carta. Además de la carta podemos disfrutar de algunas elaboraciones por encargo: el “tombet” con baquetas, el cordero al horno o las paletillas de cabritillo. Durante los meses de invierno incorpora a sus platos la trufa negra, ese tesoro gastronómico que tenemos la suerte de disponer en el interior de nuestra provincia.

 

Para empezar nos proponen una serie de entrantes al centro de mesa para compartir.

Espárragos con jamón

Plato simple en su composición pero bien elaborado, donde el jamón al saltearlo se queda un poco crujiente, lo que contrasta perfectamente con la frescura que le dan los espárragos trigueros.

Buñuelos de bacalao

De elaboración casera, muy esponjosos. Encontramos los trozos de bacalao, la patata, un poco de ajo y perejil picado, rebozados y fritos al momento. Tan fácil  aparentemente como son unos buñuelos y tan difícil de encontrarlos buenos.

Revuelto de setas y gambas

Revuelto preparado con huevos de corral, las setas de cardo ligeramente salteadas y acompañado con jamón, gambas y  ajos tiernos, el punto de cocción justo en el huevo, quedando un resultado jugoso y muy apetecible.

Pimientos de piquillo

Rellenos de una farsa con carne picada, rebozados y cocinados en una salsa elaborada con caldo, cebolla y pimiento rojo. El rebozado de los pimientos al cocinarlo en la salsa se empapa del sabor de la misma, aportándoles mucho más sabor.

Una vez finalizados los entrantes pasamos a los platos principales:

Sopa de pelotas de Navidad

Sopa con un sabor agradable, plato de invierno, sabrosa, cocinada con unos fideos y acompañada de pelotas realizadas con trocitos de panceta y pan. Antiguamente las pelotas se elaboraban para aprovechar el pan cuando se hacía duro.

Olla del Maestrazgo

No podía faltar este plato, para los amantes de la cuchara merece una visita el solo hecho de comerse una buena olla, y esta lo merece. Cocinada sin prisas, con  garbanzos, patata, morcilla seca y las carnes de cerdo saladas, como el esquinazo, costilla y algún trozo de jamón.

Carn de la novia

Guiso de cordero, con cebolla y pimiento, cocinado como un tombet, dando un resultado meloso, muy sabroso. El nombre le viene dado ya que era tradición en el pueblo servirlo en los banquetes de bodas.

Conejo con salsa de almendras

Otro guiso bien ejecutado, con el conejo cocido en su justa medida, ni correoso ni que se deshaga, y acompañado de una majada de almendras que le aportan sabor y textura a la salsa.

 

POSTRES:

Tarta de mandarina

Mousse de mandarina acompañado de una base de galleta y manzana caramelizada.

Crema de nueces

Variante de la crema pastelera o de unas natillas un poco más espesas, realizado con nueces y aromatizado con canela.

Tarta de 3 chocolates

Servida en vaso, tres semifríos de diferentes chocolates. Quizás le faltaba un poco de bizcocho o una base de galleta para contrastar la untuosidad.

Cuajada

Elaborada con leche de oveja y cuajo natural, ligeramente endulzada. Es el  postre más solicitado por  los comensales, realmente buena.

 

El Mesón La Setena es un monumento gastronómico de Culla, visitarlo es un homenaje a los platos de cuchara, a los buenos caldos, a las carnes bien cocinadas, al producto local y al cariño por la comida. Es el placer de viajar en el tiempo a través de un bocado de tradición.

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